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Sembrado Vientos

La sociología no es ausencia de ciencia

Afirmar que la sociología es una ciencia social parecerá una perogrullada, pero hasta en la actualidad hay quienes siguen debatiendo, y hasta negando, que la sociología sea una ciencia. Podría explayarme en un alegato defensor sumamente profundo entre la dualidad de las ciencias naturales y las sociales. Pero expertas, aunque largas y cansinas, son las referencias documentales. Así que mi humilde contribución como aprendiza de socióloga, será explicarme con una metáfora.

La defensa de la sociología como ciencia podría asemejarse a la defensa del color blanco. Como si el color blanco tuviera que defenderse eternamente de quienes le señalan diciendo “tú no eres un color, eres la ausencia de color”.

Entremos en este debate cromático. Decir que el color blanco es la ausencia de color, es negarle al propio color su condición de ser color. Y es más, si se la negamos, tenemos que negársela también al color negro, porque son todos los colores combinados y el naranja o amarillo porque son la combinación de dos colores. O sea, no aceptamos el blanco como color pues fuera las percepciones de poblaciones esquimales que distinguen varias tonalidades. Tampoco aceptamos el resto de colores, fuera el arco iris y fuera los estuches de plastic-decord, Quedémonos solo con los únicos e inequívocos colores, los primarios. Por tanto la frase de “para gustos están los colores” se nos quedaría reducidos a tres, a los primarios. ¿Qué triste, no?

La pregunta clave para una resolución a este debate es formularnos ¿qué entendemos por color? Si ante esta pregunta se cumplen dos aspectos fundamentales, como son la aceptación de LA DEFINICIÓN de color y que el color blanco cumpla con dicha, podremos afirmar que el blanco es un color.

 “LA DEFINICIÓN” puede comprobarse en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) donde principalmente varones llegan a un consenso para definir lo que es un objeto y el resto de personas debemos aceptar, sin referéndum popular, que esa es LA DEFINICIÓN. La RAE define como color: “sensación producida por los rayos luminosos que impresionan los órganos visuales y que depende de la longitud de onda

Aceptada LA DEFINICIÓN ¿El blanco es una sensación producida por los rayos luminosos que impresionan a nuestros ojos? Efectivamente, pues entonces no podemos negarle al “blanco” su condición de ser color: el blanco es un color.

Llevemos esta metáfora tan banal a la eterna distinción entre ciencias naturales (matemáticas, física, ingenierías) y ciencias sociales (sociología, psicología, economía). Las primeras se auto asignan como los colores primarios y dejan a las segundas o bien como “otros colores” o incluso llegan a poner en tela de juicio su condición de color. Esta primacía recalcitrante, instaura a las primeras como las portadoras de lo científico y deja a las segundas como “las ciencias dudosas”.

Ahora apliquemos lo mismo que hemos desarrollado para el color blanco. Si desde ambas facciones disciplinares, ciencias naturales y ciencias sociales, consideramos y coincidimos en LA DEFINICIÓN de ciencia como “una ciencia es ciencia en tanto que posee un método científico”. Y la sociología se basa y fundamenta en técnicas de investigación que comprueban o refutan hipótesis a través de un método inequívocamente científico. No cabe duda que la sociología es un color, digo perdón, una ciencia.

Y a quienes les parezca una patochada todo lo expuesto y sigan afirmando que la sociología es la ausencia de ciencia, les seré más directa.

Las ciencias naturales con su inanimado objeto de estudio en el que suelen controlar las variables, dudan de nuestro método científico porque el objeto de nuestras investigaciones es heterogéneo y cambiante como son las personas, los grupos o las sociedades. Y piensan ¿cómo puede establecerse un método científico para estudiar un objeto-sujeto capaz de modificar sus propias características y sin controlar las variables que le influyen?

Pues esta gran complejidad, esencia y riqueza de las ciencias sociales, siempre puede resolverse mediante un método científico. Y hete aquí el quid de la cuestión. Las ciencias sociales son capaces de explicar científicamente un dinámico arco iris social, pero las ciencias naturales son incapaces de comprenderlo porque solo perciben tres colores….

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